Los piratas y su agridulce destino
Navegando sin preocupaciones
Asi es la vida del viajero marino
Con peligro pero sin obligaciones
No soy navegante, pero me imagino
Me imagino despertar en la mar, respirar aire fresco
Tener propósito y un andar pintoresco
Sí, con mi pata de palo y con mi loro, Adivino
Que vuela sobre nosotros trazando el camino
Las velas hinchadas sobre el mastil de hueso
Miro hacia el sol con mis dientes de platino
Y algún idiota escribe, mientras yo bebo vino
¿Para qué vagar en la tierra si puedes vagar en el mar?
Suena mi alarma y vuelvo a la realidad
¡Déjenme, déjenme tranquilo en mi fantasía naval!
No quiero volver a tierra firme y plana
No quiero volver al trabajo de oficina
No quiero volver a comprar medicinas
Subió el alquiler y a ninguno nos alcanza
Y dicen que no me puedo quejar porque al menos trabajo
Porque ¿qué hay de la gente desempleada?
Y países en guerra, y niños con frío y con hambre
Y a los padres abusivos y a las amigas que perdimos
Es que aunque no me pase a mí, el mundo está muy jodido
Y solo por eso no quiero salir de cama, no salir de casa
Y mi lucha es pequeña pero es del mundo también
El cerdo acecha, me quieren comer
Como como cerda o no quiero comer.
No quiero estudiar, no quiero leer
O si quiero leer pero no quiero crear
O no quiero salir, salir a trabajar
Trabajo de oficina... Así es que uno delira
Si de esta sociedad todos queremos escapar
¿Para qué vagar en la tierra si puedes vagar en el mar?
Vuelvo lentamente, lentamente a navegar
Se hace de noche, de noche en altamar
El choque de las olas se escucha fuerte
Sin preocupaciones ni obligaciones
Pero sabemos del peligro inminente
No nos importa, seguimos bebiendo
Alguien cuenta una proeza fenomenal
Yo cuento cómo perdí mi pierna
Todos escuchan atentamente
Y cuando termino mi historia
Todo queda en relativo silencio
Hasta que alguien grita: ¡Miren!
¡Miren lo que se avecina!
Abrimos las pupilas entre la densa neblina
Vemos con asombro una criatura lovecraftiana
Se alza sobre nosotros el fin de nuestros días
Tentáculos rodean nuestro barco, es el fin
Alguien tira un hacha, el monstruo chilla
Otro recita el Ave Maria, algunos otros se tiran
Como en el Titanic. Pero yo espero en mi silla
Y lo que pienso es en qué divino es morir
Y que mañana encuentren mi cuerpo en la orilla.