sábado, 31 de agosto de 2013

Dominio

Mi despertar de este recuerdo insano, que me hace esperar cosas en vano, deseo volver a ese eterno sueño aunque no sea real. La fantasía y la cruda verdad se funden en uno, vuelo mientras la sociedad sigue siendo en su esencia.

El sol se pone en el cielo, pero yo sigo hundida en la noche. El cielo azul cambia a rojo, y los rascacielos son castillos. Muda, me dejo consumir y me lleva de la mano El Oscuro. Camino a través del valle de la destrucción, contemplando los árboles muertos y los cuervos alrededor.

Cuento con el mal de mi lado, me defienden y ofrecen sus servicios. Todo es confuso pero me otorgan el poder. Las dudas no faltan, aunque se siente bien, soy su doncella. Tengo la necesidad de ser aceptada por Él, aunque no entiendo el porqué. Se convierte en una droga, y pronto necesito más poder y me vuelve loca, soy la doncella de El Oscuro y ya no me importa nada, sólo estar a su lado.


Comienzo a aborrecer a los demás y a hacer todo lo que Él me pida, me gano su confianza y es mi razón de vida. Sin darme cuenta me he convertido en una marioneta sin corazón, cruda e inhumana, esclava de la misma sociedad que me condenó alguna vez… ¿Cuántas veces ha de repetirse la misma historia?

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