sábado, 31 de agosto de 2013

Hija de bruja


La mística se sentía en el aire,
La luz de la luna iluminaba el parque de árboles muertos.
Mis sentidos se agudizan por la noche,
Puedo sentir el aire tóxico recorriendo mis pulmones.

Ella se acercó a mí con mirada violeta,
Descendió de las más oscuras sombras,
Pero yo sabía que flotaba.
Ella flotaba…

Supe su nombre
Con sólo sentir su esencia,
Era mágico,
Mágico y sideral,
Ella me elevaba…

Se acercó lentamente,
Nunca nadie se me había acercado,
No era una alucinación,
Yo no estaba durmiendo,
¡Aquello era real!

Recorrió mi cuerpo con sus manos
Sin decir una palabra,
Sucumbí ante sus encantos,
Ante su cuerpo,
Ante su olor,
Su maldito olor…


La fuerza con que me levantó del suelo
Era sobrehumana,
Mis piernas temblaban,
Mi cuerpo levitaba

Pero la ligereza de sus pasos,
De sus besos,
Sus caricias,
No la pude detener.

Mi garganta estaba seca,
No podía reaccionar,
Quería hablarle,
Quería alejarme,
No pude siquiera musitar.

Se hizo más densa mi respiración,
Mi cuerpo temblaba,
El aire se acaba,
Sentí el vacío en mis pulmones,
En mi estómago,
En todo mi ser.

Su mirada cambió,
Sentí su cólera,
Me atravesaba el alma como una daga,
Mi alma…
Antes de esta noche yo no sabía que tenía alma…

Un grito estremecedor llegó a mis oídos,
Pensé que eran juegos de mi mente
Pues sus labios no se movían…

Caí al suelo,
Sentí un ardor,
Miré a mi alrededor,
Vi sangre,
Sangre por todo mi cuerpo,

Mis sentidos se desvanecen poco a poco,
Ella disfruta del acto mortal,
Se baña en mi sangre,
Ríe histéricamente,
Mi cuerpo no responde,
Me mordió…
¡La hija de bruja me mordió!




María de los Ángeles Rubio

30/08/13

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