Nunca me libraré de esta infernal maldición, mi triste alma arderá en frío eternamente, vagando por las solitarias esquinas de mi pensamiento, un lugar sin principio ni final, encerrada en la libertad. Sin rumbo, sin meta, soy un ser vacío ¿Pero a quién le importará? Mi propósito ha terminado, se deshacen de mí...
Por dentro estoy gritando para intentar disimular esta profunda soledad, atrapada en diferentes lugares, sin saber qué decir, hacer o pensar, encerrada en vida, sin saber qué esperar o de quién, sin saber a quién pedirle ayuda, sin saber de quién escapar, sin amar ni odiar, indiferencia total, soy sólo una muñeca de trapo atrapada en un baúl polvoriento.
Extraño tu calor, extraño sentirte como alguna vez lo hice, esa paz que existió en mí se esfumó, ya no existe plenitud. No puedo morir, tampoco me siento viva, lo que observas frente a ti es sólo un retrato de lo que alguna vez quise ser, ahora que lo logré, me convierto en nada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario